…administrador de los misterios de Dios.” ( 1 Cor 4,1)
Que mayor consuelo que acompañar a Maria.
Que mayor gloria que servir.
Que mayor prodigio que contemplar al niño, enseñarle el oficio de carpintero, verlo crecer, acogerlo, ¿cuántas cosas aprendería de ti?
¡Anuncia, oh José, a David, padre del Hombre-Dios los prodigios que tus ojos contemplaron! Has contemplado al niño en el regazo de la Virgen; lo has adorado con los magos; has glorificado a Dios con los pastores, según la palabra del ángel. ¡Pide a Cristo Dios para que salve nuestras vidas! |
Dios inmenso ante el cual tiemblan las potestades celestiales, tú, oh José, lo has cogido en brazos cuando nació de la Virgen; has sido consagrado por él. Por esto, te veneramos hoy. |
Tu alma fue obediente a los preceptos divinos; lleno de una pureza sin igual, mereciste recibir por esposa a aquella que es pura e inmaculada entre las mujeres; tú fuiste el guardián de esta Virgen cuando ella fue elegida tabernáculo del creador… |
Aquel que con una palabra creó el cielo, la tierra y el mar ha sido llamado hijo del carpintero, ¡hijo tuyo, admirable José! Tú fuiste llamado padre de aquel que no tiene principio y que te nombró administrador de un misterio que sobrepasa toda inteligencia… Guardián santo de la Virgen bendita, tú has cantado con ella este cántico: “Que toda criatura bendiga al Señor y lo ensalce por los siglos.” (Dn 3,67) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario